16 julio 2010
Por Baldomero Vásquez Soto
El 11 de diciembre de 1964, en representación del régimen socialista cubano, el Che Guevara pronunció un discurso ante la ONU que se hizo famoso porque, en esa oportunidad, reconoció abiertamente ante el mundo que la revolución llevaba seis años fusilando gente y que continuaría haciéndolo. Estas fueron sus palabras textuales: “Nosotros tenemos que decir aquí lo que es una verdad conocida, que la hemos expresado siempre ante el mundo: fusilamientos, sí, hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando” (1). Por supuesto que, como en todo régimen totalitario, esas ejecuciones se hacían sin procedimientos legales de ningún tipo.
El desparpajo de aquellas palabras provenía de quien de hecho fungía como el Jefe de Fusilamientos de la revolución cubana; por cierto, el único cargo oficial donde demostró sobrada competencia profesional (como Presidente del Banco Central, Jefe de la Reforma Agraria y Ministro de Industrias, fracasó estrepitosamente).
Nos parece, por tanto, un contrasentido asociar el calificativo de cristiano con el Che Guevara, pues nada más alejado de los valores cristianos que la glorificación del asesinato y de la violencia. Pero, al contrario, la propaganda cubana y sus seguidores izquierdistas para atraer a las masas latinoamericanas hacia la ideología comunista, después de muerto han transmutado su imagen hasta asimilarla con la de Cristo mismo. Se trata de una manipulación para presentar a los guerrilleros como cristianos que luchan con las armas para que los pobres ingresen al “paraíso comunista” donde reina la “justicia”, no importa si como Stalin, Mao, Fidel, el Che, son ateos.
Ante la muerte del Che Guevara -como hicieran en vida del genocida Stalin tantos escritores europeos - reconocidos poetas latinoamericanos le rendirían homenaje: Tristeza en la muerte de un Héroe (Pablo Neruda), Che (Julio Cortázar), Che Comandante (Nicolás Guillén), El Gran Relincho (León Felipe), Che 1997 (Mario Benedetti). Pero dentro de la línea de manipulación religiosa de su imagen, ninguno llegó tan lejos como el poeta guerrillero salvadoreño Roque Dalton (vilmente asesinado en 1975 por sus compañeros del Alto Mando guerrillero del Ejército Revolucionario del Pueblo). Dalton llegó a considerar al Che igual a Cristo, hijo de Dios, en su poema El Credo del Che: “El Che Jesucristo fue hecho prisionero después de concluir su sermón en la montaña… Después le colocaron a Cristo Guevara una corona de espinas y una túnica de loco” (2). Si nos atenemos a las propias palabras con las que ideológicamente el Che se autodefine en el discurso de la ONU (“marxista”, “comunista”, marxista-leninista”), creemos que habría rechazado como un insulto semejante equivalencia.
Al contrario de lo que expresan quienes lo idolatran, el Che en el citado discurso quiso dejar en claro que personificaba la esencia criminal de las revoluciones socialistas y que practicaba, no teorizaba, la doctrina marxista-leninista del Partido Comunista de la URSS. Guevara no fue ni humanista ni religioso, como no lo ha sido ningún líder comunista (Stalin, Mao, Pol Pot, Castro). Para ninguno de ellos el respeto por la vida ha formado parte de su escala de valores y por eso la despreciable obra de todos ellos descansa sobre la muerte de tantos seres humanos inocentes.
En la actualidad en Venezuela observamos un retorno a la utilización de la imagen de Cristo como revolucionario, en la cual se echa mano de la promarxista Teología de la Liberación y de algunas ideas del filósofo posmoderno italiano Gianni Vattimo, quién aboga por un compromiso “católico-comunista” contra el capitalismo. En este sentido, el Presidente Hugo Chávez ataca a la Iglesia negándole la representación del pueblo católico, mientras se considera a sí mismo un vocero más legítimo de Cristo que aquella institución. Por eso en su columna del 11 de julio de 2010 se refiere a la Teología de la Liberación como “la que más fielmente refleja el Sermón de la Montaña; la que nos hace herederos del Cristo liberador e hijo del amor. Cristo para nosotros tiene rostro de gente pobre y desamparada, jamás de explotadores y criminales” y se declara “Bolivariano, Cristiano y…también marxista”, porque para él “esas concepciones de vida conviven en una estrecha hermandad” (3).
1) http://discursosparalahistoria.wordpress.com/2010/02/06/palabras-del-che-guevara-en-la-onu/
2) http://www.pvp.org.uy/poesiache.htm
3) Las Líneas de Chávez: ¡¡Ay, Cardenal…!!
http://www.cubadebate.cu/hugo-chavez-frias/2010/07/11/
Fuente: El Independiente