por Pedro Corzo
Capítulo 5to. del libro "Cuba: Perfiles del Poder"
"La sangre del pueblo es nuestro tesoro mas grande, pero hay que usarla para salvar mas sangre del pueblo en el futuro".Che Guevara
Durante mucho tiempo las posibles desavenencias entre Fidel Castro y Ernesto Guevara han sido tema de interés y es de creer, en virtud de las profundas diferencias de carácter de ambos personajes, que en más de una ocasión, y principalmente después de 1965, los encuentros entre los dos debieron ser extremadamente críticos. Es indudable que la personalidad de Fidel Castro sedujo a Guevara desde el primer encuentro. Confiesa el Che que desde que hablaron quedó convencido de que debía integrarse como un expedicionario mas en el proyectado desembarco en Cuba. Sin lugar a dudas Castro también fue atraído por su interlocutor, porque apreció en él un hombre firme, valeroso y culto. Por otra parte Guevara demostró durante los entrenamientos militares a que fueron sometidos los expedicionarios del Granma en México bajo la instrucción de Miguel Sánchez "El Coreano"1 y el “general" Alberto Bayo, muchas habilidades y una voluntad de superar sus limitaciones físicas que no estaban presentes en muchos de los combatientes.
Según testigos las relaciones entre Castro y Guevara eran por lo regular tirantes, aunque al final de las discusiones Guevara aceptaba siempre lo que dispusiera Fidel Castro. Según Dariel Alarcón2, la gran mayoría no sabe los grandes altercados que había a puertas cerradas entre ambos dirigentes. Otros que compartieron con los dos personajes afirman, que a pesar del mutuo respeto y posible afecto que ambos se profesaban, existía entre los dos mucha competencia, sentimiento que se iría acrecentando con el tiempo por las características personales de Guevara y la intolerancia y mesianismo de Castro.
Según Carlos Franqui3 muchas de las ideas que defendía Guevara coincidían con las del asesinado líder comunista soviético León Trotsky. Recuerda que defendía la militarización de los sindicatos, la necesidad de la revolución mundial de la que estaba convencido era posible hacer, los estímulos morales y afirmaba que si en la Unión Soviética y Europa del Este el socialismo había degenerado era por errores de dirección y no por la naturaleza del sistema.
Sobre la relación con Fidel Castro dice que estaba sustentada en la fascinación que ejercía sobre su persona el dictador cubano a pesar de los desacuerdos que le distanciaban, recuerda que la última vez que le vio fue en París y que Guevara le dijo, "Con Fidel, Ni Matrimonio Ni Divorcio". Señala quien fuera director del diario "Revolución", que entre Castro y Guevara existía una mutua admiración porque Fidel sabía que Guevara era un hombre de grandes ideas aunque siempre fracasaba en sus empeños porque no era hábil instrumentando sus proyectos.
Opina que Guevara no era un suicida pero sí un individuo dogmático y por eso creó en Cuba los primeros campos de castigos para los revolucionarios que cometían alguna falta y también fue el creador del concepto del trabajo voluntario, siguiendo la práctica soviética. Afirma Franqui, que Guevara fue primero un dogmático del modelo soviético y más tarde se convirtió en dogmático del socialismo chino. Sobre este dogmatismo escribe Franqui que de visita en la cárcel de Miguel Schultz en México, dónde estaban recluidos varios revolucionarios, entre ellos Fidel Castro, había un joven trigueño leyendo un libro y cuando le preguntó de qué era, le contestó: "Los Fundamentos del Leninismo" a lo que Franqui le replicó que si no había leído sobre el informe del líder soviético Jruschov en el que denunciaba los crímenes de Stalin a lo que Guevara que era el joven en cuestión respondió: "Ud. también cree en las mentiras capitalistas, toda revolución necesita un jefe y es mejor, incluso un jefe malo, porque muchos jefes buenos con sus divisiones la pierden". El ex comandante de la Revolución e historiador José Duarte Oropesa4 también afirma que Guevara era un troskista convencido en lo que atañía a la Revolución Mundial, al extremo que al momento de su captura entre sus pertenencias tenía un libro del asesinado dirigente soviético.
Por otra parte considera que lo de Guevara en Bolivia fue una especie de inmolación para vengarse de Fidel Castro, por la manera en que éste conducía el proceso revolucionario en la isla y que en su opinión, en cierta medida lo logró, pues a partir de su muerte se convirtió en la figura máxima del revolucionario comunista por excelencia, idealista y anti-burocrático, agrega en el quinto tomo de su obra Historiología Cubana, que el "Che" tenía una voluntad "sacrificial ante los peligros, la miseria y la muerte."
Es conveniente destacar que en una sociedad totalmente militarizada como la cubana, después del triunfo de la insurrección, el "Che” tuvo el mando militar de la Fortaleza de la Cabaña hasta septiembre de 1959 y durante el desembarco de Playa Girón y en la Crisis de los Misiles, el del ejército de Pinar del Río. Los "leales" a Guevara siempre estuvieron asignados en diferentes unidades y muchos de los militares mas allegados a su persona fueron los primeros en ser enviados a misiones "internacionalistas", que no eran otra cosa que incursiones armadas a países contrarios a la propuesta castrista. Ernesto Guevara de la Serna, siempre estuvo rodeado por un aura mística enmarcada en la falsa epopeya de la Sierra Maestra y en un supuesto protagonismo en la lucha contra el derrocamiento del presidente guatemalteco Jacobo Arbenz, papel que desmiente en sus propios escritos y que evidentemente fue inventado por sus partidarios. Su vida de viajero irresponsable, de individuo que no trabajaba con regularidad, su insolencia, el desprecio hacia todo lo que afectara negativamente su entorno más directo y el heroico control que ejercía sobre su enfermedad, asma, le convertían en un hombre distinto al promedio de los individuos que acompañaron al futuro dictador cubano en su empeño de derrocar al régimen de Fulgencio Batista con las armas en la mano. El hecho de que fuera el único dirigente de la Revolución capaz de escribir sobre sus experiencias y teorizar sobre sus conocimientos sociales y políticos, le hacían en cierta medida diferente a los hombres que habían participado en la expedición y a la mayoría de los que se sumarían a la insurrección en la Sierra. Guevara fue el primer dirigente en pronunciarse por una revolución hemisférica, a sólo un mes de la victoria de los insurrectos. El papel protagónico que cumplió en las montañas, en la posterior invasión a occidente y sus trabajos de concientización política entre los hombres bajo su mando, le distinguían entre la tropa. Posteriormente su radicalismo, su temprana identificación con el comunismo, sumado a sus discursos y actuaciones en el exterior, le proyectaron como una personalidad independiente a Fidel Castro, situación que debió haber generado más conflictos entre estos dos individuos.
Las personalidades de ambos líderes eran fuertemente antagónicas: Guevara idealista, intransigente, esquemático, doctrinario, arrogante, duro y cruel, y con fuerte inclinación a la teorización revolucionaria, sin abandonar la práctica que le dictaban sus valoraciones.
Fidel Castro dogmático en sus fines, con un carácter mesiánico, ciego en su propia fe, el castrismo, ambicioso de poder e historia, sin inclinaciones teóricas, pragmático del poder y con un profundo sentido de 1a supervivencia política y física. Instinto que le lleva a establecer pactos y compromisos, que sabe que no va a cumplir en el mismo momento que los contrae. A pesar de que Guevara fue el artífice del orden económico pos-revolucionario y que gozó durante varios años de una gran y vasta influencia en el gobierno de la Isla, sus enfrentamientos con dirigentes de los países del llamado "socialismo real" y las críticas públicas que profería en conferencias internacionales, particularmente contra la Unión Soviética, el principal sostén durante el proceso de instauración del totalitarismo en Cuba, afectaron en gran medida el poder y la influencia que tenía en la isla. Aclaremos que Guevara no cuestionaba a la desaparecida URSS por la violación de los derechos humanos ni por la ausencia de las libertades públicas y privadas en ese país, sino por la forma, a su entender, egoísta en que conducía sus relaciones con los países del tercer mundo. Guevara, como dogmático que era, creía tener la solución de todos los problemas y recetas para curar todos los males. Para más de un especialista en el tema, su ostracismo de las esferas del poder era consecuencia de su ortodoxia, de su relativa independencia de criterios ya que seguía defendiendo fórmulas económicas que Fidel Castro había abandonado. Era en el gobierno una especie de conciencia de la utopía marxista, ya que continuaba defendiendo el trabajo voluntario y los estímulos morales como si fueran a resolver los problemas socio-económicos de la Isla. Sin embargo, Castro estaba consciente de que para que su régimen sobreviviera era imprescindible una ayuda exterior y que esa asistencia no se iba a producir si no se cumplían los requisitos que exigían los que iban a prestar el apoyo. El once de diciembre de 1964, en la Asamblea General de las Naciones Unidas y en febrero de 1965 en Argel, criticó con ferocidad a la Unión Soviética. Sus choques con los antiguos comunistas cubanos eran cada día más severos. Sus fracasos en la conducción de la economía de la Isla se hacían cada día más evidentes, lo que hacía más importante la ayuda que pudiese provenir del exterior. Según se hacía más dependiente el régimen cubano del Kremlin, más influencias ganaban los enemigos de Ernesto Guevara y aunque Castro era partidario de la teoría del "foco guerrillero", de 1a subversión continental al estilo guevarista, su sentido de la oportunidad le hacía abandonar todo lo que pudiera convertirse en lastre a sus proyectos. Al interior de la nomenclatura, el blanco preferido de los comunistas ortodoxos cubanos era Ernesto Guevara. Los ataques más encarnizados provenían de Carlos Rafael Rodríguez y Blas Roca5, máximos dirigentes del comunismo en la Isla, quienes le acusaban de no estar al día en la moderna economía marxista y de estar más próximo a las teorías utópicas de Moro, que a las de Marx. En julio de 1965 el gobernante cubano Fidel Castro censuró sin ambages el principio guevarista de los incentivos morales en la creación del socialismo y el 3 de octubre de ese mismo año disintió públicamente de la línea política internacional que había asumido Guevara, en lo que atañía a su conducta antisoviética. Poco antes el semanario uruguayo "Marcha" había publicado un artículo del "Che", "El Socialismo y el Hombre en Cuba" en el que en cierta medida censuraba la forma en que Castro había conducido el ataque al Cuartel Moncada en julio de 1953. Todo esto permite apreciar las diferencias existentes entre los dos líderes revolucionarios. Dariel "Benigno " Alarcón6, considera que Guevara dicta su ostracismo y hasta su pena de muerte cuando en Argelia denunció, delante de líderes africanos y latinoamericanos a los dirigentes del campo socialista y que después de esos pronunciamientos, el embajador ruso en La Habana visitó a Fidel Castro con una carta del Kremlin con una especie de ultimátum en el que le planteaba: "el comandante Guevara ó la ayuda de Europa del este". Dice que entiende la difícil situación en que pusieron a Castro pero que éste, por lealtad a su viejo compañero, debió decirle cuál era la situación, no haberlo engañado y forzado a una renuncia. Agrega Alarcón que cuando Castro dio lectura pública a la carta de Guevara en la que éste hacia dejación de sus cargos, el “Ché” se percató que por ningún concepto podía regresar a Cuba públicamente. El Ché Guevara quedó como un barco a la deriva, sin apoyo y sin ayuda de nadie.
Para Alarcón las diferencias entre el "Ché" y Castro eran muy grandes porque estando en Praga, en una casa de seguridad cubana después de haber salido del Congo, Guevara a pesar de su delicado estado de salud, se negaba a regresar a Cuba, no quería volver y para conseguirlo viajó hasta Checoslovaquia su viejo amigo Ramiro Valdés. Apunta que Guevara decía insistentemente quería viajar a la Argentina y que por eso se pregunta todavía qué pasó entre los dos comandantes. Félix Rodríguez, uno de los especialistas que colaboró en la captura de Guevara y con el que conversó minutos antes de ser asesinado dice que éste, realmente no tenía habilidades para comandar un grupo de insurgentes, que los americanos llegaron a usar los muchos errores de Ernesto Guevara para ejemplificar lo que un guerrillero no debe hacer, agregó que aseguraba que de los errores del "Che", se podía hacer una manual, porque representan la antítesis de lo que debe hacer una fuerza irregular para tener éxito.7 Dariel "Benigno" Alarcón, es de la opinión que Fidel Castro los dejó a su suerte en Bolivia. Apunta que se prepararon todas las condiciones para la operación pero que paulatinamente fueron apreciando como los contactos desaparecían y los suministros prometidos no llegaban, relata que Guevara los reunió en una ocasión y les dijo que estaban solos, lo que toda la guerrilla interpretó como que La Habana, Fidel Castro, los había abandonado. En esos días Guevara escribió en su diario, "la tarea mas importante es escapar y buscar zonas mas propicias".
Señala Alarcón en su libro "Vida y Muerte de la Revolución Cubana" que “un día discutiendo con Antonio, Pacho, Marcos y Urbano, Antonio (el capitán del ministerio del Interior Olo Pantoja) le dijo a Marcos: Olvídalo, todo lo que querían en Cuba era librarse de nosotros, preguntándole a todos, ¿A ustedes qué les parece?, alguno le respondió. Creo eso Chico. Yo también veo así las cosas. El Che, que nos escuchaba, nos miró y dijo ¿No creen que están removiendo demasiada mierda?”8 Según Gary Prado, general boliviano que dirigió la captura de los guerrilleros que operaron en Bolivia, Guevara antes de ser ejecutado confesó que Fidel Castro le había fallado en el momento crucial de su misión y que el aguerrido combatiente en el momento de su captura le dijo: "Supongo que no me irán a matar ahora. Valgo mas para ustedes vivo que muerto"9. Existen pruebas de que al principio de las operaciones, el régimen cubano respaldó a la guerrilla pero que a partir del 21 de marzo de 1967, el apoyo a Guevara y a 1os 16 cubanos que le acompañaron en la misión, fue disminuyendo. Destacamos que no sólo cesó el respaldo material sino que también la propaganda a su favor también fue cancelada, en el mes de junio la comunicación radial con La Habana se espació, colapsando por completo en septiembre, un mes antes del final de la aventura en Bolivia. El historiador Enrique Ros, en su libro, "Ernesto Ché Guevara Mito Realidad", afirma que Fidel Castro empezó a gestar el mito guevarista aún antes de que éste muriera en Bolivia. La revista "Verde Olivo", órgano oficial de las Fuerzas Armadas de Cuba publicó los meses de abril, junio y julio de ese año artículos en los que se destaca la militancia y entrega a la causa revolucionaria del guerrillero argentino pero no se tiene conocimiento de que el gobernante cubano haya gestionado con los insurgentes extranjeros presentes en la isla, ningún tipo de ayuda para Guevara.
En entrevista que concedió el general Prado al periodista Agustín Alles Soberón10 expresó textualmente: "Evidentemente, lo que sucedió fue esto: nunca la guerrilla tuvo comunicación de salida con Cuba, nunca pudieron, ellos una vez que llegaron a Bolivia perdieron totalmente la posibilidad de comunicarse con Cuba, nunca tuvieron un aparato de radio para comunicarse con Cuba, tenían uno en el campamento que llegó a funcionar y que lo abandonaron allá. Entonces solamente podían recibir mensajes cifrados de Radio Habana que los captaban en una radio a baterías, en una radio comercial cualquiera, ¿no es cierto? de onda corta, entonces no tenían comunicación y de Cuba les mandaban los mensajes cifrados y dándoles algunas instrucciones ó algunas noticias, pero nada más. No tuvieron absolutamente ninguna comunicación directa y real, estuvieron abandonados desde que comenzó la guerrilla aquí en Bolivia." Después de lo referido, creemos conveniente cerrar este trabajo con lo que algunos estudiosos consideran las críticas póstumas a Guevara por parte de Fidel Castro. El 15 de octubre, siete días después de la muerte del guerrillero, expresó el gobernante cubano: "La excesiva temeridad y el no tomar las precauciones debidas le llevaron a la muerte y una fuerza guerrillera no libra una batalla de más de cuatro horas".
1 Testimonio para el documental “Guevara, Anatomía de un Mito”
2 Dariel "Benigno Alarcón. Testimonio para el documental "Guevara Antonia de un Mito”.
3 Carlos Franqui. “Cuba, La Revolución. Mito o Realidad”
3 Carlos Franqui. “Cuba, La Revolución. Mito o Realidad”
4 José Duarte Oropeza, fue combatiente del Movimiento 26 de Julio, amigo personal de Camilo Cienfuegos. Veterano de la Guerra de Corea. Testimonio ofrecido para el documental.”Asesinaron los Castro a Camilo Cienfuegos”.
5 Enrique Ros, “Ernesto Che Guevara, Mito y Realidad”. Op cit. Pp.235
5 Enrique Ros, “Ernesto Che Guevara, Mito y Realidad”. Op cit. Pp.235
6 Testimonio para el documental “Guevara Anatomía de un Mito”
7 Testimonio para el documental “Guevara Anatomía de un Mito”
8 Dariel Alarcón “Vida y Muerte de la Revolución Cubana” Op Cit.
9 Enrique Ros, “Ernesto Che Guevara, Mito y Realidad” Pp.396
10 Entrevista concedida a Radio Martí realizada por Agustín Alles Soberón.
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10 Entrevista concedida a Radio Martí realizada por Agustín Alles Soberón.
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