Brasil, 3 de Octubre 2007, http://www.cubalibredigital.com/ - La revista brasileña VEJA, la de mayor tirada --y la más importante revista semanal del gigante sudamericano-- publica esta semana un amplio reportaje da varias páginas con multitud de fotos y entrevistas, dedicadas, como su portada, a Ernesto Che Guevara.
El texto de VEJA desmitifica con datos y entrevistas, la leyenda estructurada por la izquierda comunista mundial sobre este personaje, al que califica como una “farsa”.
Cubalibredigital ofrece para sus lectores, una traducción libre al español de todo el artículo aparecido en VEJA el sábado 29 de Septiembre de 2007, para su edición de hoy, correspondiente a la primera semana de octubre de 2007, cuando la muerte de Che está próxima a cumplir 40 años.
El texto de VEJA desmitifica con datos y entrevistas, la leyenda estructurada por la izquierda comunista mundial sobre este personaje, al que califica como una “farsa”.
Cubalibredigital ofrece para sus lectores, una traducción libre al español de todo el artículo aparecido en VEJA el sábado 29 de Septiembre de 2007, para su edición de hoy, correspondiente a la primera semana de octubre de 2007, cuando la muerte de Che está próxima a cumplir 40 años.
Revista Veja:
Especial Che:
Hace cuarenta años moría el hombre y nacía la farsa
"No disparen. Soy Che. Valgo más vivo que muerto."
"No disparen. Soy Che. Valgo más vivo que muerto."
Hace cuarenta años, el día 8 de octubre de 1967, esa frase fue gritada por un guerrillero en harapiento y sucio metido en una gruta en los confines de Bolivia. Nunca más fue recordada. Su olvido se debe al hecho de que el pedido de misericordia, el apelo desesperado por la propia vida y el reconocimiento sin disfraz de la derrota, no combinan con la aura mitológica creada en torno de todo lo que se refiere a la vida y la muerte de Ernesto Guevara Lynch de la Serna, argentino de Rosario, el Che, que antes, para los compañeros, era solamente "el chancho", el puerco, porque no le gustaba el baño y "tenía peste a riñón hervido".
EN VÍSPERAS DEL GOLPE
Che en Caballete de Casas, en Cuba, en 1958: excepto en la revolución cubana, su vida fue una secuencia de fracasos. Como guerrillero, fue derrotado en el Congo y en Bolivia
VEA TAMBIÉN
Exclusivo on-line• Oiga entrevistas sobre Che
Esa es la realidad olvidada. En el mito, siempre recordado, resuenan las palabras dichas al teniente boliviano Mario Terán, encargado de su ejecución, y que parecía dudar al apretar el gatillo: "Ud. va a matar un hombre". Esas, sí sirven de corolario perfecto a un guerrero dispuesto al sacrificio en nombre de ideales que valen más que la propia vida. Ambas frases fueron relatadas por varios testigos y meticulosamente anotadas por el capitán Gary Prado Salmón, del Ejército boliviano, responsable por la captura de Che. Provenientes de las mismas fuentes, merecen por tanto idéntica credibilidad. El olvido de una frase y el perpetuamiento de la otra, resumen el éxito de la máquina de propaganda marxista en la elaboración de su mayor y hasta entonces intocado mito. Che tiene un apelo que roza la leyenda entre los jóvenes de los cinco continentes. Como hombre de carne y hueso, con sus debilidades, su maníaca necesidad de matar personas, su creencia inmutable en la violencia política y la busca incesante de la muerte gloriosa, fue un ser despreciable. "Él era adepto del totalitarismo hasta el último pelo del cuerpo", escribió sobre él, el periodista francés Regis Debray, que por algunos meses convivió con Che en Bolivia.
Por sus convicciones ideológicas, Che tiene su lugar asegurado en la misma lata de basura donde la historia ya lanzó hace tiempo otros teóricos y prácticos del comunismo, como Lenin, Stalin, Trotsky, Mao y Fidel Castro. Entre la captura y la ejecución de Che en Bolivia, pasaron 24 horas. En ese periodo, el gobierno boliviano y los americanos de la CIA que ayudaron en la operación decidieron entre si el destino de Guevara. ¿Ejecución sumaria? No para los padrones de Che. Centenas de hombres que él fusiló en Cuba tuvieron su suerte sellada en ritos sumarios cuyas deliberaciones muchas veces no pasaban de diez minutos.
VEJA conversó con historiadores, biógrafos, antiguos compañeros de Che en la guerrilla y en el gobierno cubano en la tentativa de entender como el rostro de un apologista de la violencia, voluntarioso y autoritario, fue aparar en el bikini de Gisele Bündchen, en el brazo de Maradona, en la barriga de Mike Tyson, en afiches y camisetas. Su retrato clásico –hecho por el fotógrafo cubano Alberto Korda en 1960 – es la fotografía mas reproducida de todos los tiempos. El mito es particularmente engañoso por sustentarse en lo contrario do lo que el hombre fue, pensó y realizó durante su existencia. Incapaz de comprender la vida en una sociedad abierta y siempre dispuesto a eliminar a tiros los adversarios – incluso los que vestían el mismo uniforme que él –, Che es, paradójicamente, visto como un símbolo de la lucha por la libertad. Guevara es responsable directo por la muerte de 49 jóvenes inexpertos reclutas que hacían el servicio militar obligatorio en Bolivia. Ellos fueron movilizados para defender la soberanía de su patria y expulsar los invasores cubanos, bajo cuyo fuego perecieron. Habiendo ayudado a establecer un sistema de penuria en Cuba, Che ahora es presentado como un símbolo de justicia social. Políticamente dogmático, aferrado con uñas y dientes a la rigidez del marxismo-leninismo en su vertiente mas totalitaria, pasa por libre-pensador.
El régimen policíaco de Fidel Castro no permite que aquellos que convivieron con Che y permanecen en Cuba puedan ir más allá de la gris versión oficial. Por eso, a pesar del rencor que puede condimentar sus recuerdos, los exilados cubanos son voces de mayor credibilidad. El movimiento que derrumbó al dictador Fulgencio Batista, en 1959, no fue una acción de comunistas, como pretende Fidel Castro. Buena parte del liderazgo revolucionario y de los comandantes guerrilleros tenía por objetivo la instauración de la democracia en Cuba. Pero fue sorprendida por un golpe comunista dentro da revolución. Acabaron presos, fusilados o deportados. Desde el inicio, Che representó la línea dura pró-soviética, al lado del hermano de Fidel, Raúl Castro. En la versión mitológica, Che era dueño de un talento militar excepcional. Sus ex-compañeros sin embargo, se recuerdan de él como un comandante imprudente, irritable, rápido en ordenar ejecuciones e más rápido todavía en liderar sus camaradas para a muerte, en guerras sin futuro en el Congo y en Bolivia.
VEA TAMBIÉN
Exclusivo on-line• Oiga entrevistas sobre Che
Esa es la realidad olvidada. En el mito, siempre recordado, resuenan las palabras dichas al teniente boliviano Mario Terán, encargado de su ejecución, y que parecía dudar al apretar el gatillo: "Ud. va a matar un hombre". Esas, sí sirven de corolario perfecto a un guerrero dispuesto al sacrificio en nombre de ideales que valen más que la propia vida. Ambas frases fueron relatadas por varios testigos y meticulosamente anotadas por el capitán Gary Prado Salmón, del Ejército boliviano, responsable por la captura de Che. Provenientes de las mismas fuentes, merecen por tanto idéntica credibilidad. El olvido de una frase y el perpetuamiento de la otra, resumen el éxito de la máquina de propaganda marxista en la elaboración de su mayor y hasta entonces intocado mito. Che tiene un apelo que roza la leyenda entre los jóvenes de los cinco continentes. Como hombre de carne y hueso, con sus debilidades, su maníaca necesidad de matar personas, su creencia inmutable en la violencia política y la busca incesante de la muerte gloriosa, fue un ser despreciable. "Él era adepto del totalitarismo hasta el último pelo del cuerpo", escribió sobre él, el periodista francés Regis Debray, que por algunos meses convivió con Che en Bolivia.
Por sus convicciones ideológicas, Che tiene su lugar asegurado en la misma lata de basura donde la historia ya lanzó hace tiempo otros teóricos y prácticos del comunismo, como Lenin, Stalin, Trotsky, Mao y Fidel Castro. Entre la captura y la ejecución de Che en Bolivia, pasaron 24 horas. En ese periodo, el gobierno boliviano y los americanos de la CIA que ayudaron en la operación decidieron entre si el destino de Guevara. ¿Ejecución sumaria? No para los padrones de Che. Centenas de hombres que él fusiló en Cuba tuvieron su suerte sellada en ritos sumarios cuyas deliberaciones muchas veces no pasaban de diez minutos.
VEJA conversó con historiadores, biógrafos, antiguos compañeros de Che en la guerrilla y en el gobierno cubano en la tentativa de entender como el rostro de un apologista de la violencia, voluntarioso y autoritario, fue aparar en el bikini de Gisele Bündchen, en el brazo de Maradona, en la barriga de Mike Tyson, en afiches y camisetas. Su retrato clásico –hecho por el fotógrafo cubano Alberto Korda en 1960 – es la fotografía mas reproducida de todos los tiempos. El mito es particularmente engañoso por sustentarse en lo contrario do lo que el hombre fue, pensó y realizó durante su existencia. Incapaz de comprender la vida en una sociedad abierta y siempre dispuesto a eliminar a tiros los adversarios – incluso los que vestían el mismo uniforme que él –, Che es, paradójicamente, visto como un símbolo de la lucha por la libertad. Guevara es responsable directo por la muerte de 49 jóvenes inexpertos reclutas que hacían el servicio militar obligatorio en Bolivia. Ellos fueron movilizados para defender la soberanía de su patria y expulsar los invasores cubanos, bajo cuyo fuego perecieron. Habiendo ayudado a establecer un sistema de penuria en Cuba, Che ahora es presentado como un símbolo de justicia social. Políticamente dogmático, aferrado con uñas y dientes a la rigidez del marxismo-leninismo en su vertiente mas totalitaria, pasa por libre-pensador.
El régimen policíaco de Fidel Castro no permite que aquellos que convivieron con Che y permanecen en Cuba puedan ir más allá de la gris versión oficial. Por eso, a pesar del rencor que puede condimentar sus recuerdos, los exilados cubanos son voces de mayor credibilidad. El movimiento que derrumbó al dictador Fulgencio Batista, en 1959, no fue una acción de comunistas, como pretende Fidel Castro. Buena parte del liderazgo revolucionario y de los comandantes guerrilleros tenía por objetivo la instauración de la democracia en Cuba. Pero fue sorprendida por un golpe comunista dentro da revolución. Acabaron presos, fusilados o deportados. Desde el inicio, Che representó la línea dura pró-soviética, al lado del hermano de Fidel, Raúl Castro. En la versión mitológica, Che era dueño de un talento militar excepcional. Sus ex-compañeros sin embargo, se recuerdan de él como un comandante imprudente, irritable, rápido en ordenar ejecuciones e más rápido todavía en liderar sus camaradas para a muerte, en guerras sin futuro en el Congo y en Bolivia.
The New York Times
LA "MALDICIÓN DE SATURNO"
"Que esta revolución no devore sus propios hijos", decía Fidel. Él hizo lo contrario. Las últimas transmisiones de radio de Che en Bolivia fueron ignoradas en la Habana
Huber Matos, que luchó bajo las órdenes del argentino en Cuba, habló a VEJA sobre el fracaso de Che como comandante: "La lucha fue difícil en la primavera de 1958. El frente de comportamiento más desastroso fue el frente del Che. Pero eso no lo afectó, porque era el favorito de Fidel, que nos impedía de discutir abiertamente el trabajo flojo de su protegido como guerrillero". Poco después del triunfo de la guerrilla, al percibir las primeras señales de tiranía, Huber renunció a su puesto en el gobierno revolucionario e informó que volvería a ser profesor. Preso dos días después, pasó veinte años en la cárcel. Vive hoy en Miami. A la moda soviética, su imagen fue removida de las fotos hechas durante la entrada solemne en la Habana, en que aparecía al lado de Fidel y Camilo Cienfuegos, otro comandante no comunista desaparecido en circunstancias misteriosas en los inicios de la revolución.
Nombrado comandante de la fortaleza de La Cabaña, para donde eran llevados los presos políticos, Che Guevara la convirtió en campo de exterminio. En los seis meses bajo su comando, dos centenas de desafectos fueron fusilados, siendo que apenas una minoría era formada por torturadores e otros agentes violentos del régimen de Batista. La mayoría era sólo gente incomoda.
Napoleón Vilaboa, miembro del Movimiento 26 de Julio y asesor de Che en La Cabaña, cuenta ahora haber llevado al gabinete del jefe, un detenido llamado José Castaño, oficial de inteligencia del Ejército de Batista. Sobre Castaño no pesaba ninguna acusación que pudiera producir una sentencia de muerte. Fidel llegó a llamar por teléfono para Che, para declarar a favor de Castaño. Demasiado tarde. Mientras daba vueltas alrededor de su mesa y de la silla donde estaba el militar, Che sacó la pistola 45 y lo mató allí mismo con balazos en la cabeza. En otra ocasión, Che fue procurado por una madre desesperada, que imploró por que soltaran su hijo, un niño de 15 años preso por pintar muros con letreros contra Fidel. Un soldado informó a Che que el joven sería fusilado dentro de algunos días. El comandante, entonces, ordenó que fuese ejecutado inmediatamente, "para que la señora no pasara por la angustia de una espera más larga".
En su diario de campaña en la Sierra Maestra, Che anticipa su comportamiento en La Cabaña. Él describe con naturalidad como ejecutó Eutímio Guerra, un rebelde acusado de colaborar con los soldados de Batista: "Acabé con el problema dándole un tiro con una pistola calibre 32 en el lado derecho del cráneo, con el orificio de salida no lóbulo temporal derecho. Él se arqueó un poco y estaba muerto. Sus bienes ahora me pertenecían". En otro momento, Che decidió ejecutar dos guerrilleros acusados de ser informantes de Batista. Él dijo: "Esa gente, como es colaboradora de la dictadura, tiene de ser castigada con la muerte". Como no había pruebas contra ambos, los otros rebeldes presentes se opusieron a la decisión de Che. Sen darles oídos, él ejecutó los dos con la propia pistola. Esa frialdad y la crueldad desaparecieron detrás de la moldura romántica que le prestaron, construida por los mismos ideólogos que le atribuyeron a frase famosa – "Hay que endurecerse, pero sin perder la ternura jamás". Frase creada por la propaganda izquierdista.
Como el joven aventurero que fue de excursión en motocicleta por las Américas se tornó un asesino cruel e maníaco? El periodista americano Jon Lee Anderson, autor da más completa biografía de Che, escribió que él era un fatalista – y ese fatalismo se agudizó después que se juntó a los guerrilleros cubanos. "Para él, la realidad era solamente una cuestión de blanco y negro. Despertaba toda las mañanas con la perspectiva de matar o morir por la causa", afirma Anderson.
Ernesto Guevara Lynch de la Serna nació el 14 de mayo (junio) de 1928, en una familia de izquierdistas ricos en Argentina. Sufrió de asma toda su vida. Antes de formarse en medicina, profesión que nunca ejerció de hecho, viajó por la América del Sur durante ocho meses. Después de terminada la universidad, salió de Argentina para nunca más regresar. Se encontró con Fidel Castro en México, en 1955, donde aprendió técnicas de guerrilla. El año siguiente, participó del desembarco en Cuba del pequeño contingente de revolucionarios. Después de dos años de combates en la Sierra Maestra, Fidel tomó el poder en la Habana. Che se ocupó primero de los fusilamientos y después, de la economía, asunto del cual nada entendía. José Illán, que fue vice-ministro de Finanzas antes de huir de Cuba, contó a VEJA que el argentino "despreciaba a los técnicos e nos trataba, a los jóvenes cubanos, con prepotencia". En el comando del Banco Central y después del Ministerio de Industrias, Che comenzó a nacionalizar la industria y fue el principal defensor del control estatal de las fábricas. "Che era un utópico que creía que las cosas podían ser hechas usando solamente la fuerza de voluntad", dice el historiador Pedro Corzo, del Instituto de la Memoria Histórica Cubana, en Miami. Como resultado de su "fuerza de voluntad", la producción agrícola cayó por la mitad y la industria azucarera, el principal producto de exportación de Cuba, entró en colapso. En 1963, en estado de penuria, la isla pasó a vivir de la ayuda económica enviada por la entonces Unión Soviética.
AFP: CASADO CON SÍ MISMO Che con su segunda mujer, Aleida March, el día de su boda, en la Habana, en 1959. Ellas no podían competir con el "llamado de la aventura"
No había más que hacer por parte del Che en Cuba. Era ministro de Industria, pero divergía de Fidel en cuestiones relativas al desarrollo económico. De manera simplista, él creía que incentivos morales tenían mayores probabilidades de estimular el trabajo. Che también se tornó crítico feroz de la Unión Soviética, de la cual el régimen cubano dependía para sobrevivir. No por discordar del Kremlin, mas porque juzgaba a los soviéticos tímidos en la promoción de la revolución armada en el Tercer Mundo. Para librarse de él, Fidel lo mandó como delegado a la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1964. Al año siguiente, Che fue secretamente a combatir en el Congo, al frente de soldados cubanos. Allí, inactivo por incomprensibles rivalidades tribales, derrotado en el campo de batalla y abatido por la diarrea, Che propuso a sus comandados luchar hasta la muerte. Pero fue persuadido de su propósito por la soldadesca, que no aceptó el sacrificio en una guerra sin sentido.
De ahí en adelante el argentino se tornó una figura patética. En la Habana, Fidel divulgaba la carta en que él renunciaba a la ciudadanía cubana y anunciaba su disposición de llevar la guerra revolucionaria a otras playas. Sorprendido por la lectura prematura del documento, Che quedó en el limbo, sin tener para donde volver. "Su vida fue una secuencia de fracasos", dijo a VEJA el historiador cubano Jaime Suchlicki, de la Universidad de Miami. "Como médico, nunca ejerció la profesión. Como ministro y embajador, no consiguió lo que quería. Como guerrillero, fue eficiente solo en matar por causas sin futuro."Ante la falta de opciones, Che escogió a Bolivia para su nueva aventura guerrillera. Él lucharía en territorio montañoso e inhóspito, inmerso en la selva, sin hablar el dialecto indígena de los campesinos bolivianos. El plan original era entrar, por la frontera, a la provincia argentina de Salta. Pero el contingente exploratorio fue aniquilado rápidamente por el ejército de aquel país. La misión boliviana era, desde todos los pontos de vista, suicida. Incluso así, Fidel la apoyó, al punto de designar algunos soldados de su ejército para el destacamento guerrillero. El dictador cubano también equipó y financió la expedición, con la cual mantuvo contacto hasta que su fracaso se tornó evidente.
Además de la falta de apoyo del pueblo boliviano, que trato a los cubanos encabezados por Che como un bando de salteadores, la expedición fracasó también por la traición del Partido Comunista Boliviano. VEJA preguntó a uno de sus más altos dirigentes en los anos 60, Juan Coronel Quiroga: "El PCB traicionó Che Guevara?". Respuesta de Quiroga: "Sí". La explicación? "Nuestro partido era afinado con Moscú, donde la estrategia de abrir focos de guerrilla como la de Che estaba hace mucho tiempo desacreditada." Quiroga era amigo personal del entonces ministro de Defensa de Bolivia y consiguió que las manos del cadáver de Che Guevara fueran cortadas, mantenidas en formol y entregadas a él. "Por años guardé las manos de Che debajo de mi cama en un gran pote de vidrio. Un día mi hijo deparó con aquello y casi entró en pánico", cuenta Quiroga. Años más tarde, cupo a Quiroga la misión de entregar el lúgubre pote con las manos de Guevara a la Embajada de Cuba en Moscú.
La muerte de Che fue central para la estabilización del régimen cubano en los años 60, de acuerdo con el polaco naturalizado americano Tad Szulc, en su celebrada biografía de Fidel. El fin del guerrillero argentino ayudó al dictador a pacificar sus relaciones con Moscú e todavía le dio un icono de aceptación más amplia que la propia revolución. El esfuerzo de construcción del mito fue facilitado por varios factores. Cuando murió, Che era una celebridad internacional. Bien parecido, salía óptimo en las fotografías. La foto del póster que adorna cuartos de millones de jóvenes fue tirada en un funeral en Habana, al cual comparecieron el filósofo francés Jean-Paul Sartre – que exaltó Che como "el más completo ser humano de nuestra era" – y su mujer, la escritora Simone de Beauvoir. La foto de 1960 solamente ganó divulgación mundial siete años después, en las páginas de la revista Paris Match. Dos meses más tarde, Che fue muerto en la selva boliviana y Fidel hizo una concentración frente a una enorme reproducción de la imagen, que reunía toda la fachada de un edificio público cubano. Nacía el póster.
Tres hechos ayudaron a consolidar el mito. El primero fue la muerte prematura de Che, que eternizó su imagen joven. A los 39 años, él estaba lejos de ser un adolescente cuando fue abatido, pero el tipo de galán que tenía le garantizaba un aspecto juvenil. El fin precoz también lo salvó de ser asociado a la agonía del comunismo. La decadencia física y política de Fidel Castro, desmoralizado por la responsabilidad en el aislamiento y en el atraso económico que afligen al pueblo cubano, da una idea de lo que podría haber sucedido con Che, que era sólo dos anos más joven que el dictador.
No había más que hacer por parte del Che en Cuba. Era ministro de Industria, pero divergía de Fidel en cuestiones relativas al desarrollo económico. De manera simplista, él creía que incentivos morales tenían mayores probabilidades de estimular el trabajo. Che también se tornó crítico feroz de la Unión Soviética, de la cual el régimen cubano dependía para sobrevivir. No por discordar del Kremlin, mas porque juzgaba a los soviéticos tímidos en la promoción de la revolución armada en el Tercer Mundo. Para librarse de él, Fidel lo mandó como delegado a la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1964. Al año siguiente, Che fue secretamente a combatir en el Congo, al frente de soldados cubanos. Allí, inactivo por incomprensibles rivalidades tribales, derrotado en el campo de batalla y abatido por la diarrea, Che propuso a sus comandados luchar hasta la muerte. Pero fue persuadido de su propósito por la soldadesca, que no aceptó el sacrificio en una guerra sin sentido.
De ahí en adelante el argentino se tornó una figura patética. En la Habana, Fidel divulgaba la carta en que él renunciaba a la ciudadanía cubana y anunciaba su disposición de llevar la guerra revolucionaria a otras playas. Sorprendido por la lectura prematura del documento, Che quedó en el limbo, sin tener para donde volver. "Su vida fue una secuencia de fracasos", dijo a VEJA el historiador cubano Jaime Suchlicki, de la Universidad de Miami. "Como médico, nunca ejerció la profesión. Como ministro y embajador, no consiguió lo que quería. Como guerrillero, fue eficiente solo en matar por causas sin futuro."Ante la falta de opciones, Che escogió a Bolivia para su nueva aventura guerrillera. Él lucharía en territorio montañoso e inhóspito, inmerso en la selva, sin hablar el dialecto indígena de los campesinos bolivianos. El plan original era entrar, por la frontera, a la provincia argentina de Salta. Pero el contingente exploratorio fue aniquilado rápidamente por el ejército de aquel país. La misión boliviana era, desde todos los pontos de vista, suicida. Incluso así, Fidel la apoyó, al punto de designar algunos soldados de su ejército para el destacamento guerrillero. El dictador cubano también equipó y financió la expedición, con la cual mantuvo contacto hasta que su fracaso se tornó evidente.
Además de la falta de apoyo del pueblo boliviano, que trato a los cubanos encabezados por Che como un bando de salteadores, la expedición fracasó también por la traición del Partido Comunista Boliviano. VEJA preguntó a uno de sus más altos dirigentes en los anos 60, Juan Coronel Quiroga: "El PCB traicionó Che Guevara?". Respuesta de Quiroga: "Sí". La explicación? "Nuestro partido era afinado con Moscú, donde la estrategia de abrir focos de guerrilla como la de Che estaba hace mucho tiempo desacreditada." Quiroga era amigo personal del entonces ministro de Defensa de Bolivia y consiguió que las manos del cadáver de Che Guevara fueran cortadas, mantenidas en formol y entregadas a él. "Por años guardé las manos de Che debajo de mi cama en un gran pote de vidrio. Un día mi hijo deparó con aquello y casi entró en pánico", cuenta Quiroga. Años más tarde, cupo a Quiroga la misión de entregar el lúgubre pote con las manos de Guevara a la Embajada de Cuba en Moscú.
La muerte de Che fue central para la estabilización del régimen cubano en los años 60, de acuerdo con el polaco naturalizado americano Tad Szulc, en su celebrada biografía de Fidel. El fin del guerrillero argentino ayudó al dictador a pacificar sus relaciones con Moscú e todavía le dio un icono de aceptación más amplia que la propia revolución. El esfuerzo de construcción del mito fue facilitado por varios factores. Cuando murió, Che era una celebridad internacional. Bien parecido, salía óptimo en las fotografías. La foto del póster que adorna cuartos de millones de jóvenes fue tirada en un funeral en Habana, al cual comparecieron el filósofo francés Jean-Paul Sartre – que exaltó Che como "el más completo ser humano de nuestra era" – y su mujer, la escritora Simone de Beauvoir. La foto de 1960 solamente ganó divulgación mundial siete años después, en las páginas de la revista Paris Match. Dos meses más tarde, Che fue muerto en la selva boliviana y Fidel hizo una concentración frente a una enorme reproducción de la imagen, que reunía toda la fachada de un edificio público cubano. Nacía el póster.
Tres hechos ayudaron a consolidar el mito. El primero fue la muerte prematura de Che, que eternizó su imagen joven. A los 39 años, él estaba lejos de ser un adolescente cuando fue abatido, pero el tipo de galán que tenía le garantizaba un aspecto juvenil. El fin precoz también lo salvó de ser asociado a la agonía del comunismo. La decadencia física y política de Fidel Castro, desmoralizado por la responsabilidad en el aislamiento y en el atraso económico que afligen al pueblo cubano, da una idea de lo que podría haber sucedido con Che, que era sólo dos anos más joven que el dictador.
Reuters: PARA IMPRESIONAR "IKE"Guevara y Fidel en juego-entrenamiento de golf para disputar una partida, que nunca hubo, con Eisenhower en Washington: "Fidel ganó, pero Che lo dejó ganar"
El segundo hecho fue la ayuda involuntaria de sus captores. Preocupados en reunir pruebas convincentes de que el guerrillero célebre estaba muerto, los militares bolivianos mandaron a lavar el cuerpo y arreglar y peinar su barba e su cabello. También decidieron cambiar su ropa inmunda. Todo eso para poder tirar fotos en que él fuera fácilmente identificado. El resultado es un retrato con espantosa semejanza con las pinturas barrocas de Cristo muerto de expresión beatificada. La tercera contribución recibida por los izquierdistas en la construcción del mito, vino del contexto histórico. Che murió en vísperas de las grandes protestas en defensa de los derechos civiles, de la agitación de los movimientos estudiantiles y de la revolución de las costumbres, de la contracultura – turbulencias que marcaron el ano de 1968. Era un personaje perfecto para ser símbolo de la juventud de entonces, que se definía por la "determinación exacerbada y narcisista de conseguir todo, aquí y ahora", como escribió el mexicano Jorge Castañeda, en su biografía de Che. La historia, sin embargo, muestra que el hombre era mucho diferente del mito. Pero, quien resiste? En este mes, en los Estados Unidos, el cubano Gustavo Villoldo, jefe del equipo de la CIA que participó de la captura del guerrillero, va subastar un mechón de cabello de Che.
Si hubo un ganador de la Guerra Fría, fue Che Guevara. Él murió y fue santificado antes que su narcisismo suicida y los crímenes que dependieron de él pudieran ser juzgados con distanciamiento, bajo una óptica más civilizada, que haría aflorar su brutalidad con nitidez. Pobre Fidel Castro. Mientras Che fue cristalizado en la foto hipnótica de Alberto Korda, él mismo, el supremo comandante, aparece cada día más roto, flácido, caduco, mientras se deshace lentamente dentro de un ridículo mono deportivo ante los lentes de las cámaras de la televisión estatal cubana. El método de lucha política que Guevara adoptó ya era equivocado en su tiempo. En el rastro de sus concepciones de revolución por la revolución, la América Latina fue lanzada a un baño de sangre y una onda de destrucción todavía no enteramente evaluada y, peor, no totalmente asentada. El mito en torno al Che se constituye en una muralla que impidió hasta ahora la correcta observación de algunos de los más desastrosos eventos de la historia contemporánea de las Américas. Está pasando de la hora, para esa muralla caer.
LA FRASE MÁS FAMOSA ATRIBUÍDA A GUEVARA ES... "Hay que endurecerse, más sin jamás perder la ternura."
El segundo hecho fue la ayuda involuntaria de sus captores. Preocupados en reunir pruebas convincentes de que el guerrillero célebre estaba muerto, los militares bolivianos mandaron a lavar el cuerpo y arreglar y peinar su barba e su cabello. También decidieron cambiar su ropa inmunda. Todo eso para poder tirar fotos en que él fuera fácilmente identificado. El resultado es un retrato con espantosa semejanza con las pinturas barrocas de Cristo muerto de expresión beatificada. La tercera contribución recibida por los izquierdistas en la construcción del mito, vino del contexto histórico. Che murió en vísperas de las grandes protestas en defensa de los derechos civiles, de la agitación de los movimientos estudiantiles y de la revolución de las costumbres, de la contracultura – turbulencias que marcaron el ano de 1968. Era un personaje perfecto para ser símbolo de la juventud de entonces, que se definía por la "determinación exacerbada y narcisista de conseguir todo, aquí y ahora", como escribió el mexicano Jorge Castañeda, en su biografía de Che. La historia, sin embargo, muestra que el hombre era mucho diferente del mito. Pero, quien resiste? En este mes, en los Estados Unidos, el cubano Gustavo Villoldo, jefe del equipo de la CIA que participó de la captura del guerrillero, va subastar un mechón de cabello de Che.
Si hubo un ganador de la Guerra Fría, fue Che Guevara. Él murió y fue santificado antes que su narcisismo suicida y los crímenes que dependieron de él pudieran ser juzgados con distanciamiento, bajo una óptica más civilizada, que haría aflorar su brutalidad con nitidez. Pobre Fidel Castro. Mientras Che fue cristalizado en la foto hipnótica de Alberto Korda, él mismo, el supremo comandante, aparece cada día más roto, flácido, caduco, mientras se deshace lentamente dentro de un ridículo mono deportivo ante los lentes de las cámaras de la televisión estatal cubana. El método de lucha política que Guevara adoptó ya era equivocado en su tiempo. En el rastro de sus concepciones de revolución por la revolución, la América Latina fue lanzada a un baño de sangre y una onda de destrucción todavía no enteramente evaluada y, peor, no totalmente asentada. El mito en torno al Che se constituye en una muralla que impidió hasta ahora la correcta observación de algunos de los más desastrosos eventos de la historia contemporánea de las Américas. Está pasando de la hora, para esa muralla caer.
LA FRASE MÁS FAMOSA ATRIBUÍDA A GUEVARA ES... "Hay que endurecerse, más sin jamás perder la ternura."
...OTRAS MENOS CONOCIDAS MUESTRAN SU REAL PERSONALIDAD:
"Estoy en la selva cubana, vivo y sediento de sangre."
"Estoy en la selva cubana, vivo y sediento de sangre."
Carta a la esposa, Hilda Gadea, en enero de 1957
"Fusilamos e seguiremos fusilando en cuanto sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte."
"Fusilamos e seguiremos fusilando en cuanto sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte."
Discurso en la Asamblea General da ONU, el 11 de diciembre de 1964
El odio intransigente al enemigo (...) convierte (al combatiente) en una efectiva, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así."
El odio intransigente al enemigo (...) convierte (al combatiente) en una efectiva, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así."
Revista cubana Tricontinental, en mayo de 1967
El mundo tomó otro rumbo
El mundo tomó otro rumbo
CUBA A pesar de intentar exportar su revolución, la isla se tonó la vitrina de su fracaso. Sin libertad política ni económica, el país es un museo de edificios, carros y dirigentes decrépitos, donde comida, combustibles y energía son racionados.
BOLIVIA El foco guerrillero de Guevara fue derrotado por la población pobre de Bolivia, que negó ayuda e todavía delató al grupo.
CONGO Guevara e un contingente de cubanos lucharon al lado do jefe tribal Laurent Kabila contra el coronel Mobutu. En 1997 Kabila finalmente derrumbó a Mobuto, pero fue asesinado en 2001. En su corto gobierno, 3 millones de personas fueron muertas en guerras tribales.
CHINALa ideología de Mao Tsé-tung, que Guevara citaba como modelo de comunismo, fue sepultada por los chinos.
COMUNISMODespués de la caída del Muro de Berlín, la ideología será recordada sobre todo como la responsable por la muerte de 100 millones de personas.
VIET-NAM En la frase famosa, Guevara propuso crear "dos, tres, muchos Viet-nans". Acertó. La globalización de la economía está creando Vietnans por el mundo – países adeptos de la economía de mercado, con rápido crecimiento económico y aliados de los Estados Unidos.
BOLIVIA El foco guerrillero de Guevara fue derrotado por la población pobre de Bolivia, que negó ayuda e todavía delató al grupo.
CONGO Guevara e un contingente de cubanos lucharon al lado do jefe tribal Laurent Kabila contra el coronel Mobutu. En 1997 Kabila finalmente derrumbó a Mobuto, pero fue asesinado en 2001. En su corto gobierno, 3 millones de personas fueron muertas en guerras tribales.
CHINALa ideología de Mao Tsé-tung, que Guevara citaba como modelo de comunismo, fue sepultada por los chinos.
COMUNISMODespués de la caída del Muro de Berlín, la ideología será recordada sobre todo como la responsable por la muerte de 100 millones de personas.
VIET-NAM En la frase famosa, Guevara propuso crear "dos, tres, muchos Viet-nans". Acertó. La globalización de la economía está creando Vietnans por el mundo – países adeptos de la economía de mercado, con rápido crecimiento económico y aliados de los Estados Unidos.
"La orden de ejecución vino por el radio"
EL ÚLTIMO DÍA DEL GUERRILLERO Harapiento y sucio, Guevara posa con los soldados que lo capturaron en la villa de La Higuera, donde seria muerto. A su lado, señalado, está el agente de la CIA Félix Rodríguez. À la derecha, Félix hoy, en Miami
Félix Rodríguez fue una de las últimas personas que conversó con Che Guevara. Más que eso, fue él quien recibió y transmitió la orden para que el guerrillero fuese ejecutado. Cubano exilado en los Estados Unidos, él era el operador de radio enviado a Bolivia por la CIA para auxiliar en la cazada y, también, para ayudar a identificar a Guevara. Veterano de la fracasada invasión de la Bahía de Cochinos, en 1961, Rodríguez vive hoy en Miami, a los 66 anos. Él habló al reportar Duda Teixeira.
COMO LLEGÓ LA ORDEN PARA MATAR AL CHE?
Las instrucciones que recibí en los Estados Unidos eran para salvar su vida. La CIA sabía de la divergencia de ideas entre Che y Fidel y creía que, a largo plazo, él podría cooperar con la agencia. La orden para su ejecución vino por radio, de una alta autoridad boliviana. Era un mensaje en código: "500, 600". El primer número, 500, significaba Guevara. El segundo, que él debería ser muerto. Intenté en vano convencer los militares bolivianos para permitir que él fuera llevado para ser interrogado en Panamá. Ellos negaron mi pedido y me dieron un plazo. Yo debería entregar el cuerpo de Guevara hasta las 2 de la tarde. Cerca de las 11h30, una señora se aproximo de mí y preguntó cuando iríamos a matarlo, porque escuchó por radio que Che había muerto en combate. En aquel momento comprendí que la decisión de ejecutarlo era irrevocable.
COMO FUE SU ÚLTIMA CONVERSACIÓN CON ÉL?
COMO FUE SU ÚLTIMA CONVERSACIÓN CON ÉL?
Fui hasta el local de su cautiverio y le dije que lamentaba, pero eran órdenes superiores. Che se quedó blanco como un papel. "Es mejor así. Yo nunca debería haber sido capturado vivo", dijo. Tiró el cachimbo de la boca y me pidió para que se lo diera a uno de los soldados. Me ofrecí para trasmitir mensajes a su familia. "Diga a Fidel que ese fracaso no significa el fin da revolución, que ella triunfará en alguna parte de América Latina", él habló en tono sarcástico. Ahí recordó su esposa. "Diga a mi señora que se case otra vez y trate de ser feliz." Fueron sus últimas palabras. Apretó mi mano y me dio un abrazo, como se pensara que yo sería el verdugo. Salí de allí y avisé a un teniente armado con una carabina M2, automática, que la orden ya había sido dada. Recomendé a él que tirase de la barba para bajo, porque se suponía que Che había muerto en combate. Eran las 13h10 cuando escuché el ruido de tiros. Che Guevara había sido muerto.
COMO FUE O SU PRIMER CONTACTO CON CHE GUEVARA?
COMO FUE O SU PRIMER CONTACTO CON CHE GUEVARA?
Llegué a La Higuera de helicóptero el 9 de octubre, un día después de la captura de Che Guevara. Yo lo encontré con los pies y las manos amarrados, al lado de los cuerpos de dos cubanos. Sangraba de una herida en la pierna. Era un hombre totalmente arrasado. Parecía un mendigo.
COMO FUOROM SUS CONVERSACIONES CON CHE?
COMO FUOROM SUS CONVERSACIONES CON CHE?
Nos tratamos con respeto. Yo lo llamaba de comandante. Hablamos de Cuba y de otras cosas, más él permanecía callado cuando las preguntas eran de interés estratégico. Hubo momentos en que no conseguía prestar atención a lo que él decía. Al Mirar aquel hombre derrotado, me venía a mi mente su imagen en el pasado, siempre altiva y arrogante.
COMO FUEROM LAS RELACIONES DE CHE CON A POBLACIÓN EN BOLÍVIA?
COMO FUEROM LAS RELACIONES DE CHE CON A POBLACIÓN EN BOLÍVIA?
Para sobrevivir, es esencial que una fuerza guerrillera cuente con el apoyo de la población local. La aventura de Che en Bolivia fue un caso único, en que una guerrilla no consiguió reclutar un solo campesino del área donde actuó. Sólo un agricultor ganó la confianza de los guerrilleros, y ese mismo acabó pasando informaciones que permitieron al Ejército armar una emboscada. Los pocos bolivianos que participaron de la guerrilla eran disidentes del Partido Comunista. Ninguno campesino.
POR QUÉ UD. FUE ENVIADO À BOLIVIA?
POR QUÉ UD. FUE ENVIADO À BOLIVIA?
El Ejército boliviano estaba totalmente sin preparación para enfrentar una guerrilla. La mayor parte de los soldados trabajaba en la construcción de carreteras y probablemente jamás había disparado un tiro de fusil. En los primeros combates, los guerrilleros aprisionaban los soldados, quitaban sus ropas y los soltaban. Fue entonces que el gobierno boliviano pidió ayuda a los Estados Unidos.
Limpiaron a Che para la foto
En el día de su muerte, amarrado al esquí de un helicóptero militar, Che Guevara fue llevado del local de la ejecución para un Villarejo llamado Vallegrande. La brasileña Helle Alves, repórter, y el fotógrafo Antonio Moura, entonces trabajando para el Diário da Noite, de San Pablo, vieron la llegada del cuerpo, que fue llevado para a lavandería del hospital local (encima). Allí, Moura fue el único periodista a fotografiar el cuerpo de Guevara todavía sucio, vestido de trapos y calzado con lo que sobró de una botina artesanal de cuero (abajo). Moura consiguió fotografiar el cuerpo antes de la limpieza y del arreglo. "Che usaba un calzo en uno de los calcañares, probablemente para corregir una diferencia de tamaño entre una pierna e otra", recuerda Helle. Ella contó por lo menos diez marcas de tiros en el cuerpo del argentino. "Los pobladores tenían rabia de él e invadieron la lavandería, pero, cuando vieron el cuerpo, pasaron a decir que él se parecía a Jesús Cristo." Comenzaba el mito.
Él está en todas partes
El retrato de Che hacho por Alberto Korda en 1960 es ahora una imagen de múltiples significados: es pop en el bikini de la Cia. Marítima vestido por Gisele Bündchen y una manifestación de truculencia y mal humor en los tatuajes de Maradona e Mike Tyson
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En el día de su muerte, amarrado al esquí de un helicóptero militar, Che Guevara fue llevado del local de la ejecución para un Villarejo llamado Vallegrande. La brasileña Helle Alves, repórter, y el fotógrafo Antonio Moura, entonces trabajando para el Diário da Noite, de San Pablo, vieron la llegada del cuerpo, que fue llevado para a lavandería del hospital local (encima). Allí, Moura fue el único periodista a fotografiar el cuerpo de Guevara todavía sucio, vestido de trapos y calzado con lo que sobró de una botina artesanal de cuero (abajo). Moura consiguió fotografiar el cuerpo antes de la limpieza y del arreglo. "Che usaba un calzo en uno de los calcañares, probablemente para corregir una diferencia de tamaño entre una pierna e otra", recuerda Helle. Ella contó por lo menos diez marcas de tiros en el cuerpo del argentino. "Los pobladores tenían rabia de él e invadieron la lavandería, pero, cuando vieron el cuerpo, pasaron a decir que él se parecía a Jesús Cristo." Comenzaba el mito.
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