LiberPress- Diario Las Américas- Octubre de 2007- Existe un prolongado y enigmático silencio –que no quiebran sus numerosos y amables biógrafos- sobre la presencia de Ernesto Guevara en la Universidad de Buenos Aires y, muy particularmente, sobre las materias cursadas en prodigiosos tres últimos meses de su carrera.
Sólo se sabe que este hombre –que habiendo terminado su segundo año de Medicina ha permanecido durante ocho meses continuos fuera de Argentina, totalmente aislado, separado de la universidad; que en su recorrido por seis países no llevó con él un simple libro de texto y que, por su ausencia, no pudo haber asistido a un solo día de clases en la Facultad de Medicina- aprueba, 45 días después, el examen de Clínica Pediátrica, y, a los pocos días, ya en noviembre, el gran ausente aprueba tres materias que requerían la concurrencia a clase por 30 horas cada una (Resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Médicas, del 29 de marzo de 1950).
Eso es poco. En diciembre, en menos de 22 días lectivos, aprueba once materias. Quince, -casi la mitad de los cursos necesarios para adquirir el doctorado- examinados y aprobados en apenas tres meses, sin haber asistido a clases ni a prácticas en todo el año con la probable excepción de las últimas semanas.
Muchas dudas surgen al analizar las materias aparentemente cursadas, de octubre a diciembre, en su último año universitario.
Para aclarar estas interrogantes nos dirigimos años atrás al Rectorado de la Universidad de Buenos Aires y, posteriormente, a la Secretaría de Asuntos Académicos de aquella universidad, solicitándoles me informaran sobre los requisitos exigidos por esa universidad en los años 1952 y 1953 para graduarse de médico.
Luego de distintas comunicaciones recibí de esta última funcionaria la Resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina sobre el ordenamiento de asignaturas y régimen de exámenes exigidos por esa universidad para graduarse de médico en los años 1952 y 53.
Al cotejar las exigencias de ese plan de estudios con las fechas en que Ernesto Guevara de la Serna aparecía aprobando distintas materias resultaba evidente que no habría podido recibir su título de médico.
Hubiese sido en flagrante violación de las regulaciones de la propia Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires que se le hubiese conferido tal título ya que de acuerdo a la Resolución arriba mencionada ese otorgamiento estaría en total incumplimiento de lo dispuesto por varios de sus artículos.
Veamos, tan sólo, uno de esos:
Artículo 13.- “Después de haber aprobado el examen de Clínica Médica, los alumnos completarán sus conocimientos prácticos durante un año, para lo cual concurrirán, obligatoriamente, durante tres meses a un servicio de Clínica Médica, tres meses a Clínica Quirúrgica, tres meses a Cirugía de Urgencia y Traumatología y tres meses a Clínica Obstétrica, con un mínimo de 24 horas semanales”.
Es decir, que después de Clínica Médica, supuestamente aprobada por Guevara en diciembre de 1952, tenía él que concurrir, obligatoriamente, durante doce meses a un servicio en cada una de las cuatro materias aquí señaladas. Pero es sólo seis meses después de su último examen que Guevara parte, en julio de 1953, de su país natal sin jamás regresar.
Ante esta contradicción me dirigí nuevamente a la Secretaría de Asuntos Académicos y a la Dirección General de Títulos y Planes de la Universidad de Buenos Aires señalándoles estas inconsistencias y se me informó que el plan de estudios que regía para los estudiantes que cursaban estudios en la Universidad de Buenos Aires en 1952 y 53 no se aplicaba a Ernesto Guevara porque éste se había matriculado en la Facultad de Medicina en el año 1948 cuando regía otro plan de estudios.
Al recibir esta nueva información solicitamos de la Secretaría de Asuntos Académicos y de la Directora de Alumnos el envío de este plan de estudios vigente cuando Ernesto Guevara ingresó en la Escuela de Medicina. Lo recibimos.
El plan de estudios vigente en 1948, cuando Guevara ingresa en la Escuela de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, requería asistencia a clases, la previa aprobación de determinadas materias y haber completado trabajos prácticos de otras asignaturas para pasar al siguiente año y, luego, para recibir el título.
Las horas de las clases a las que debía asistir en los 66 días lectivos de octubre, noviembre y diciembre para cubrir las materias que, supuestamente, ha examinado en ese período de tiempo, que están detalladas en mi libro “Guevara: Mito y Realidad”, ascendería a 1658 horas lectivas.
Ernesto Guevara dela Serna tendría que haber asistido 25 horas diarias!!! en cada uno de los 66 días lectivos de octubre, noviembre y diciembre de 1952 para haber cumplido con los requisitos académicos del plan de estudios de 1937 vigente en 1948 cuando se matriculó en la Escuela de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Ante estas nuevas contradicciones solicité copia del expediente académico de Ernesto Guevara.
¿Cumplió Guevara con todos los requisitos académicos para obtener su título?. Por el momento, no se sabrá. ¿Por qué?.
Se me comunicó que la Facultad de Medicina no podía ofrecerme copia porque el expediente académico de Ernesto Guevara de la Serna había sido robado.Luce comprensible que el expediente académico de este prodigioso estudiante haya desaparecido.
Sólo se sabe que este hombre –que habiendo terminado su segundo año de Medicina ha permanecido durante ocho meses continuos fuera de Argentina, totalmente aislado, separado de la universidad; que en su recorrido por seis países no llevó con él un simple libro de texto y que, por su ausencia, no pudo haber asistido a un solo día de clases en la Facultad de Medicina- aprueba, 45 días después, el examen de Clínica Pediátrica, y, a los pocos días, ya en noviembre, el gran ausente aprueba tres materias que requerían la concurrencia a clase por 30 horas cada una (Resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Médicas, del 29 de marzo de 1950).
Eso es poco. En diciembre, en menos de 22 días lectivos, aprueba once materias. Quince, -casi la mitad de los cursos necesarios para adquirir el doctorado- examinados y aprobados en apenas tres meses, sin haber asistido a clases ni a prácticas en todo el año con la probable excepción de las últimas semanas.
Muchas dudas surgen al analizar las materias aparentemente cursadas, de octubre a diciembre, en su último año universitario.
Para aclarar estas interrogantes nos dirigimos años atrás al Rectorado de la Universidad de Buenos Aires y, posteriormente, a la Secretaría de Asuntos Académicos de aquella universidad, solicitándoles me informaran sobre los requisitos exigidos por esa universidad en los años 1952 y 1953 para graduarse de médico.
Luego de distintas comunicaciones recibí de esta última funcionaria la Resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina sobre el ordenamiento de asignaturas y régimen de exámenes exigidos por esa universidad para graduarse de médico en los años 1952 y 53.
Al cotejar las exigencias de ese plan de estudios con las fechas en que Ernesto Guevara de la Serna aparecía aprobando distintas materias resultaba evidente que no habría podido recibir su título de médico.
Hubiese sido en flagrante violación de las regulaciones de la propia Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires que se le hubiese conferido tal título ya que de acuerdo a la Resolución arriba mencionada ese otorgamiento estaría en total incumplimiento de lo dispuesto por varios de sus artículos.
Veamos, tan sólo, uno de esos:
Artículo 13.- “Después de haber aprobado el examen de Clínica Médica, los alumnos completarán sus conocimientos prácticos durante un año, para lo cual concurrirán, obligatoriamente, durante tres meses a un servicio de Clínica Médica, tres meses a Clínica Quirúrgica, tres meses a Cirugía de Urgencia y Traumatología y tres meses a Clínica Obstétrica, con un mínimo de 24 horas semanales”.
Es decir, que después de Clínica Médica, supuestamente aprobada por Guevara en diciembre de 1952, tenía él que concurrir, obligatoriamente, durante doce meses a un servicio en cada una de las cuatro materias aquí señaladas. Pero es sólo seis meses después de su último examen que Guevara parte, en julio de 1953, de su país natal sin jamás regresar.
Ante esta contradicción me dirigí nuevamente a la Secretaría de Asuntos Académicos y a la Dirección General de Títulos y Planes de la Universidad de Buenos Aires señalándoles estas inconsistencias y se me informó que el plan de estudios que regía para los estudiantes que cursaban estudios en la Universidad de Buenos Aires en 1952 y 53 no se aplicaba a Ernesto Guevara porque éste se había matriculado en la Facultad de Medicina en el año 1948 cuando regía otro plan de estudios.
Al recibir esta nueva información solicitamos de la Secretaría de Asuntos Académicos y de la Directora de Alumnos el envío de este plan de estudios vigente cuando Ernesto Guevara ingresó en la Escuela de Medicina. Lo recibimos.
El plan de estudios vigente en 1948, cuando Guevara ingresa en la Escuela de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, requería asistencia a clases, la previa aprobación de determinadas materias y haber completado trabajos prácticos de otras asignaturas para pasar al siguiente año y, luego, para recibir el título.
Las horas de las clases a las que debía asistir en los 66 días lectivos de octubre, noviembre y diciembre para cubrir las materias que, supuestamente, ha examinado en ese período de tiempo, que están detalladas en mi libro “Guevara: Mito y Realidad”, ascendería a 1658 horas lectivas.
Ernesto Guevara dela Serna tendría que haber asistido 25 horas diarias!!! en cada uno de los 66 días lectivos de octubre, noviembre y diciembre de 1952 para haber cumplido con los requisitos académicos del plan de estudios de 1937 vigente en 1948 cuando se matriculó en la Escuela de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Ante estas nuevas contradicciones solicité copia del expediente académico de Ernesto Guevara.
¿Cumplió Guevara con todos los requisitos académicos para obtener su título?. Por el momento, no se sabrá. ¿Por qué?.
Se me comunicó que la Facultad de Medicina no podía ofrecerme copia porque el expediente académico de Ernesto Guevara de la Serna había sido robado.Luce comprensible que el expediente académico de este prodigioso estudiante haya desaparecido.